Pintar ropa es una estupenda opción para llevar algo más personal. Y el buen tiempo siempre una excusa perfecta para pintar algo que ponernos. Como este vestido pintado a mano o alguna camiseta para mis sobrinas, siempre encantadas de ponerse todo lo que se me ocurre hacer.En esta ocasión tenia ganas de pintar a mano un vestido blanco, y la verdad es que me costó mucho encontrar una prenda totalmente lisa, pero al final lo conseguí. Os dejo la forma de hacerlo, que es mas fácil de lo que parece. También podéis elegir un motivo mas simple y más sencillo de pintar.
Materiales:
Pintura para ropa, pinceles, pinzas, cartón, agua para limpiar los pinceles, plato para mezclar pintura y un motivo a dibujar.
Pintando un vestido con motivos florales
El vestido es de lino, está lavado para que la pintura penetre bien en el tejido.
Antes de pintar siempre se lava la prenda para quitar el apresto.
Introducimos un cartón dentro de la prenda para que absorba la pintura y no cale la parte de detrás. El cartón debe de tener al menos la medida del motivo que vamos a pintar.
Cogemos el cartón con pinzas (nos sirven las pinzas de tender la ropa) y doblamos la tela sobrante por detrás para que no se nos manche.
Este es el motivo que he elegido, es una fotografía de unas flores que hay en la valla de casa.
Se dibuja con un lápiz ,unos simples trazos bastarán.
Después de pensarlo mucho, porque siempre es así, damos las primeras pinceladas, no os asustéis todo tiene arreglo.
Cuando la pintura esté seca, aproximadamente tres horas, se plancha con un papel de seda, primero por el revés y luego por el derecho de la prenda insistiendo un poco con la plancha para que penetre bien la pintura y sea resistente al los lavados.
Resultado final
Aquí tenéis el vestido pintado a mano por delante y por detrás.